El gobierno del Reino Unido ha mostrado una postura cautelosa a la hora de imponer restricciones más estrictas a la publicidad de juegos de azar, a pesar de las recomendaciones del Departamento de Asuntos Digitales, Cultura, Medios y Deportes (DCMS).
Apoyar decididamente el desarrollo del sector del juego, reconocer sus figuras profesionales con una legislación que proteja su trabajo, combatir los desequilibrios contractuales entre plataformas y creadores de contenidos…