El coste que pesa sobre las empresas italianas cada año asciende a 57,2 millones de euros debido al mal funcionamiento de nuestra burocracia que, envuelta en un revoltijo de leyes, decretos, ordenanzas, circulares y disposiciones diversas, siempre hace...

Para leer este artículo

Inicie sesión o regístrese

Artículo anteriorLa emergencia del Coronavirus demuestra que la epidemia del juego es solo una construcción mediática
Artículo siguienteApuesta. Fase 2, los gerentes de la agencia presentan una propuesta de plan de reapertura a la Región de Campania