El presidente de la FIGC, gabriele gravina (en la foto), asistió ayer por la mañana al evento 'Italia-Inglaterra, derbi de Europa', celebrado en la embajada de Italia en Londres, y habló también del caso de las apuestas. Sus palabras relatadas por agi.it: “Como presidente federal, no me siento particularmente involucrado excepto porque tengo que actuar. Pero lo son desde un punto de vista humano: estos niños son como niños para mí, que no pueden convertirse en carne de cañón, a la que están expuestos a diario, de formas que no son típicas de un país civilizado. En Italia hay una enfermedad como muchas otras, la ludopatía: es una plaga social, no es sólo un problema del fútbol italiano – subraya –. Sin embargo, no retrocedemos, asumimos nuestras responsabilidades. Quien haya cometido un error será castigado, será un castigo aflictivo y estamos trabajando para que todo se lleve a cabo con la máxima celeridad y claridad. Pero os garantizo que todos aquellos que pidan ayuda, como algunos ya lo están haciendo, serán ayudados, nunca los abandonaremos. Una Federación no sólo debe castigar sino también acompañar a estos niños en un proceso de curación".

Gravina, sin embargo, también pide la colaboración del Estado: "Por un lado tenemos un país que genera 16 mil millones en apuestas, a raíz de ofertas comerciales que invitan a la gente a jugar y por otro estamos nosotros que apostamos por cursos de formación". para evitar que apuesten. No podemos ser hipócritas, necesitamos una medida de coordinación entre el Estado italiano y el mundo del deporte. Estamos listos".

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