Una familia, marido y mujer que trabajan para empresas del sector del juego legal. Desde hace tres meses, con la suspensión de actividades, viven con el temor de que todo se derrumbe en cualquier momento. Mi nombre es Verónica y por 4…

Para leer este artículo

Inicie sesión o regístrese

Artículo anteriorCON LA CABEZA EN ALTO. “Orgulloso de trabajar para una 'gran' empresa. Pero ¿dónde está el Estado?”. Historia de Emanuele, empleado de Ricreativo B
Artículo siguienteApuesta. Los intereses de la mafia en el sector: embargos por 40 millones de euros (VÍDEO)