(Jamma) Según fuentes cercanas al partido del primer ministro japonés, algunos diputados están planeando una ley para permitir la apertura de casinos y otros lugares de juego. Parece que un grupo de diputados japoneses pertenecientes al partido mayoritario (Partido Liberal Democrático - LDP) por el primer ministro Shinzo Abe están preparando un proyecto de ley favorable a la introducción de casinos y otras actividades similares en el panorama del juego legal.
En realidad, la situación es más compleja de lo que parece. En Japón ya existen actividades de juego toleradas por el estado. A los japoneses les encantan los juegos como el Pachinko.
Según algunos estudios, este juego genera anualmente unos 200 millones de dólares de facturación y no parece estar experimentando descensos. Según investigaciones recientes, parece que Japón está siendo considerado como un mercado de juegos de azar potencialmente grande.
El mercado japonés podría rendir al menos 10 millones de euros, más que Singapur con 5,9 millones de dólares y Las Vegas 6,2 millones en 2012.
El proyecto de ley sigue su camino y parece reunir consensos interpartidarios, lo que facilita su recorrido. Las primeras aprobaciones podrían tener lugar ya en otoño, y el plan de creación del casino podría concretarse en 2 años.
Pero, hay un pero… algunos analistas se mantienen escépticos sobre el éxito de esta reforma. El año pasado, un plan para introducir casinos para ayudar a financiar la reconstrucción tras el terremoto fue frustrado por una encuesta realizada en diciembre a la población.
Si bien, por un lado, según el entorno de Shinzo Abe, existiría la posibilidad de crear nuevos puestos de trabajo mediante la creación efectiva de un nuevo sector, por otro lado, las consecuencias que tal actividad tendría en las personas aún deben evaluarse cuidadosamente.
Algunos partidos de oposición, como el Partido Comunista, han señalado que se debe considerar el impacto social de dicho sector. Podrían crearse problemas como la adicción al juego y otros problemas que ya se están convirtiendo en un gran flagelo en Italia.
