La operación, convencionalmente llamada “Apuesta de Rotura”, cuyas investigaciones fueron desarrolladas por la Sección Operativa de la DIA de Agrigento, permitieron reunir serios indicios de culpabilidad contra los sospechosos, acusados, en diversas calidades, de responsabilidad en relación con hipótesis de competencia externa en una asociación mafiosa, ejercicio abusivo de actividades de intermediación en el cobro de juegos, mediante la instalación de equipos de juego en ausencia de concesión de la Agencia de Monopolios, así como extorsión agravada por facilitación mafiosa y transferencia fraudulenta de valores.
Las investigaciones permitieron adquirir un grave marco circunstancial sobre la distribución e instalación generalizada de estaciones de juego, posible mediante la constitución de empresas registradas a nombre de testaferros, blindando efectivamente su propiedad real: a través de dispositivos conectados a la red en sitios web extranjeros. , a los jugadores se les permitió participar en apuestas sobre eventos deportivos, así como elegir, además de juegos de habilidad a distancia. también opciones de juego (como video póquer, ruleta, etc.) caracterizadas por el riesgo y el beneficio.
