75 miembros de una asociación de apuestas deportivas que apuntaba a casas de apuestas fueron arrestados por la Policía Nacional de España y la Agencia Tributaria en asociación con Europol e Interpol.

En la primera fase de la operación policial se detuvo a 22 personas en las zonas de Madrid, Guadalajara y Zaragoza, y se incautaron 2 millones de euros.

En la segunda fase se produjeron otras 53 detenciones de personas que actuaban como “mulas” para la banda internacional proporcionando sus datos personales u otra información en diversas plataformas de apuestas a cambio de dinero.

La organización tenía dos objetivos: manipular competiciones deportivas o interceptar imágenes de televisión por satélite a casas de apuestas, que desconocían que no tenían cobertura en directo de un evento.

La pandilla utilizó un sofisticado sistema tecnológico para defraudar a los corredores de apuestas interceptando transmisiones satelitales y retrasándolas para que las apuestas pudieran realizarse con resultados conocidos, excepto para los propios corredores de apuestas.

Las investigaciones comenzaron en 2020 cuando la Policía Nacional detectó una serie de apuestas deportivas online sospechosas realizadas en eventos deportivos internacionales.

Las investigaciones descubrieron una red criminal de origen rumano y búlgaro, con sede en España, que tenía capacidad para sobornar a competidores de su país de origen.

Se manipularon eventos y se estafó a las casas de apuestas con imágenes “retransmitidas y en diferido” utilizando tecnología de punta.

La pandilla creó una compleja red criminal para lavar dinero obtenido del juego.

Una vez elegido el evento para apostar, las apuestas online se realizaban a través de “mulas” residentes en España.

Los agentes descubrieron que la organización contaba con cientos de identidades para realizar apuestas y ganar grandes premios en nombre de terceros que, aparentemente, eran cobrados por diferentes personas pero en realidad miembros del grupo.

También han utilizado tanto criptomonedas como pasarelas de pago como medio habitual de transacciones financieras.

El grupo controlaba más de 1.500 cuentas de juego.

Se incautaron numerosos equipos informáticos, 80 terminales telefónicos, dos grandes antenas parabólicas y receptores de señales, un vehículo de alta gama, 5.500 euros en efectivo y 13.000 euros en billetes falsos.

Además, la policía incautó un gran número de tarjetas de crédito y documentación a nombre de terceros y más de 200 tarjetas SIM de prepago.

También fueron bloqueadas 47 cuentas bancarias, 28 cuentas de pasarelas de pago y 400.000 euros en criptomonedas.

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