(Jamma) Una tarjeta de salud obligatoria para jugar tragamonedas con el fin de registrar a los jugadores y controlar sus hábitos de juego. Con la tarjeta sanitaria, de hecho, será posible acceder a una base de datos que contendrá toda la información sobre el tipo de jugador: cuánto dinero jugó, cuándo, con qué frecuencia. Y será posible introducir un "techo de autolimitación" más allá del cual ya no será posible apostar.
La medida está prevista en el texto unitario para "la prevención, el contraste y el tratamiento de la adicción al juego" en el que trabaja la comisión restringida de la Comisión de Asuntos Sociales de la Cámara de Diputados. Margherita Miotto (Mp), miembro del comité selecto de diputados que analiza la disposición en la Comisión, explica que "es una herramienta más económica que la tarjeta de jugador especial que se pensó en un principio" y feliz de "interrogar una base de datos que permite el conocimiento de todo lo que se ha jugado”.