El martes, el Senado rumano adoptó por unanimidad una propuesta legislativa cuyo objetivo es modificar la ley de 2009 que regula la oferta de juegos de azar, según la cual la licencia de juego se concede en función del número de habitantes de la zona, acreditado mediante un certificado emitido por el público local. autoridad de administración, de forma que haya como máximo un punto de venta por cada 20.000 habitantes.

El proyecto de ley, que ahora estudia la Cámara de Diputados, establece que se podrán ubicar salas de juego solo en las afueras de las ciudades, a una distancia máxima de 50 metros del límite de la ciudad. El proyecto estipula que “el espacio previsto se ubicará a no más de 50 m del límite territorial de la ciudad/municipio o municipio, incluido el municipio de Bucarest”.

“El espacio propuesto no debe estar ubicado dentro o dentro de los 300 m de unidades e instituciones educativas, incluidos sus campus, áreas de juego infantil, definidas como cualquier espacio interior o exterior destinado al uso de niños, de parques, de actividades culturales, artísticas, de salud. , cultos sociales, religiosos y otras instituciones similares o en el perímetro delimitado destinado a ellos", reza el texto de la propuesta.

Además, el proyecto también proporciona a los municipios una herramienta para aprobar la ubicación de las salas de juego, algo que faltaba en la legislación actual. Por ello, el proyecto de ley establece que las empresas deberán disponer de un permiso de obra expedido por los ayuntamientos, y el procedimiento para su obtención se establecerá en futuras normas metodológicas.

Además, en las localidades de menos de 5.000 habitantes no se podrá conceder ninguna licencia para la explotación de juegos de azar. Esto implica que las salas de juego desaparecerán de los municipios de menos de 5.000 habitantes.

Para proteger a los jugadores del riesgo de adicción y de enormes pérdidas económicas relacionadas con el juego, el número máximo de máquinas tragamonedas presentes en un lugar y gestionadas por el mismo operador económico se reduce de 75 a 20.

La sanción pecuniaria prevista para quienes permitan el acceso de menores a establecimientos de juego especializados constituye un delito y se sanciona, para la primera infracción, con una multa de entre 100.000 y 200.000 lei, es decir, el doble de la cantidad vigente. Por la segunda infracción, se suspende la licencia de juego del operador durante seis meses y por la tercera infracción, se cancela la licencia sin posibilidad de conceder la licencia al mismo operador durante tres años, según lo previsto en el proyecto de ley reglamentaria.

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