Una vez más será una difícil labor de mediación entre la propuesta presentada por los funcionarios del Mef/Agencia de Aduanas y Monopolios y la de los representantes de las Autoridades Locales/ Regiones en la mesa donde se discute la reorganización de la oferta de juego físico. .

Más de cinco años después de la primera propuesta de reorganización (nunca traducida en disposiciones legislativas y reglamentarias), las posiciones siguen siendo distantes.

Para hoy está prevista una nueva reunión entre los representantes del grupo que deberá abordar las cuestiones en las que se basará el decreto de reorganización que luego será lanzado por el Consejo de Ministros, según la delegación fiscal.

En la propuesta firmada por el Ministerio de Hacienda volvemos a hablar de distancias mínimas a lugares sensibles (un tema siempre muy espinoso como lo es el de la reducción de la oferta) pero desde una perspectiva más "factible" teniendo en cuenta la dificultad de aplicar soluciones personalizadas en la base de la sensibilidad de las administraciones ante el problema de la lucha contra los fenómenos compulsivos.

La propuesta de los técnicos sería una distancia de 250 metros de lugares sensibles, medida como la distancia que se puede recorrer a pie respetando el código de circulación y el recorrido más corto. Esta solución también debería tener en cuenta la posibilidad de que las actividades y los puntos de juego se concentren en zonas periféricas, respetando el distanciamiento, es decir, las "zonas rojas", temidas repetidamente por el legislador. De ahí la introducción de un valor de densidad que podría tomar la forma de una distancia entre los mismos puntos de juego de al menos 200 metros (solución adoptada también en otros países europeos).

En cuanto al tipo de lugares y actividades "sensibles", el Mef aconsejaría cautela y no ampliar más el tipo de actividad. Esto significa poder definir una "lista" válida en todo el territorio nacional dictada por una lógica "realista".

Esto significa dar prioridad a las escuelas, especialmente a aquellas a las que asisten menores. Seguido por las iglesias y todos los demás lugares de culto de religiones reconocidas (con distancias más cortas que las escuelas) y los centros de salud (a partir de aquellos donde se prestan servicios para el tratamiento de adicciones). Los cuarteles, tiendas de oro, gimnasios o cajeros automáticos no serían catalogados como lugares sensibles.

LOS TIEMPOS. Los horarios de funcionamiento de las máquinas tragamonedas, así como las distancias, requieren una intervención de "normalización" respecto a las soluciones adoptadas en los últimos años por las autoridades locales. No a "cierres" salvajes como el permiso de apertura de sólo una hora al día como el adoptado recientemente por un municipio emiliano, sino a un cierre entre las 7.00 y las 9.00 y entre las 12.00 y las 15.00 horas para evitar en la medida de lo posible el acceso al juego. por menores (por tanto en los horarios de posible mayor asistencia de estos a los establecimientos comerciales).

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