“En las distintas formas de limitaciones de juego previstas por el artículo 15 del Decreto Delegado, el apartado 1, letra b) prevé expresamente la “presencia de limitaciones, en función de las cantidades depositadas en la cuenta de juego de cada jugador en un período de tiempo predefinido, establecido por el concesionario, de acuerdo a la edad del jugador y su comportamiento de juego, con base en protocolos fundamentados en las mejores prácticas internacionales del sector y aprobados por la Agencia de Aduanas y Monopolios”. Por lo tanto, esta medida ya vincula de alguna manera cualquier limitación a la edad del jugador, a su comportamiento de juego y a un aspecto financiero, es decir, las cantidades depositadas en la cuenta de juego de cada jugador en un período de tiempo determinado. Estas cantidades son naturalmente conocidas por el concesionario y están directamente vinculadas a la actividad de juego. Imaginar un vínculo entre las posibilidades de juego y los límites correspondientes a la situación de ingresos del jugador estaría en conflicto con los principios básicos del derecho a la privacidad, ya que a las entidades privadas, como los concesionarios, se les debería permitir acceder a datos financieros sensibles de cada individuo que se registra. . Representaría también una intromisión indebida y, probablemente, inconstitucional del Estado en actividades estrictamente personales que estarían vinculadas al nivel de ingresos, violando los principios de igualdad de trato e igualdad de la Constitución. Tampoco podría ser de ninguna ayuda la referencia al principio de proporcionalidad del tratamiento fiscal, ya que no se trata de impuestos o derechos sino de participación en una actividad legítima que genera ingresos tributarios pero que no puede medirse con respecto a los ingresos".
Esto es lo que se puede leer en la memoria liberada por ADM tras la audiencia del director general, Robert Alesse, sobre el proyecto de decreto legislativo que contiene disposiciones relativas a la reorganización del sector del juego, empezando por el juego a distancia.
