Los jóvenes apuestan por apuestas y tragamonedas desairadas

 

(Jamma) La encuesta sobre población estudiantil, realizada en los primeros meses de 2013, por el Departamento de Políticas Antidrogas ha permitido recoger información sobre la práctica de juego en los últimos 12 meses de niños de entre 15 y 19 años .

Cerca de la mitad del total de casos declara haber jugado en los últimos 12 meses, con notables diferencias entre hombres y mujeres (60,6% vs. 38,1%); la práctica del juego en sujetos masculinos tiene por tanto una frecuencia global que es casi el doble. Observando en detalle el grado de implicación en el juego para los varones ambos presentan porcentajes de juego problemático igual al 12,2 mientras que el juego patológico se detecta en el 5,6% de los casos (en las mujeres estos valores son respectivamente del 2,1% y 0,8%).

Por lo que se desprende, la prohibición de juego impuesta a los menores parece funcionar muy bien en el caso de las tragaperras y las videoloterías y mucho menos en el caso de las apuestas, los juegos online y los rasca y gana.

También la edad cronológica representa un elemento directamente relacionado con la práctica del juego ya que la práctica y las condiciones del juego aumentan con la edad.

La distribución geográfica muestra una mayor presencia de prácticas y condiciones de juego en el centro y en el sur.

Los datos económicos sobre el gasto mensual en el que se incurre en el juego muestran que en la mayoría de los casos está contenido en 10 euros al mes.

Como ya se observó en la población adulta, las loterías instantáneas como las tarjetas raspa y gana son el tipo de juego más practicado, seguido de las apuestas deportivas en general y muchas veces a través del uso de juegos en línea.

En los estudiantes, la presencia de juegos de azar al menos una vez por semana se debe principalmente a las apuestas deportivas, con una implicación que alcanza el 8% de los entrevistados.

 

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