“Lo que se destaca es la ausencia de una legislación ad hoc que regule este fenómeno. En Italia nos vemos obligados a tener en cuenta la normativa aplicada al sector. Necesitamos un marco regulatorio que pueda regular, promover y proteger el deporte electrónico, tanto individual como colectivamente. Es necesario entonces distinguir al jugador profesional del amateur con una definición específica. También hay que prestar atención al tipo de calificación de la relación de colaboración que el jugador tiene con la asociación deportiva amateur ¿El contrato de colaboración deportiva es un contrato por cuenta propia, por cuenta ajena o parasubordinado? Por último, dado que los jugadores suelen ser menores, hay que prestar atención a la protección de los menores y a la necesidad de la participación de los padres".

El lo dijo Julieta Minucci, abogado del bufete de abogados Lexia, escuchado por las comisiones mixtas de Cultura y Trabajo de la Cámara sobre la resolución relativa a la introducción de un reglamento para los deportes electrónicos.

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