Con la frente en alto, Dragi, dueño de una nueva sala de apuestas que aún no está en funcionamiento, cuenta su historia. “Hola, mi historia es bastante paradójica. Soy un chico de 31 años que reside en el área de Brescia. Después de 14 años de…

Para leer este artículo

Inicie sesión o regístrese

Artículo anteriorSuizo. Coronavirus, bares abiertos y videoloterías apagadas: transmiten el virus
Artículo siguienteCON LA CABEZA EN ALTO. “El verdadero problema del sector es el manejo ciego de la política, el Estado y los de adentro”. La carta de Mariano, exgerente de equipos y encargado de sala de apuestas