Un estanco de Turín, con su familia, logró inventar un sistema para ganar dinero Lotto. Jugó todo el día, al igual que sus familiares, hasta que alguien ganó algo. Y a fuerza de imprimir papelitos desde la mañana hasta la noche, la suerte, por la fuerza de las circunstancias, le había sonreído. Aportándole ganancias de hasta 100 mil euros.

De esto escribe Elisa Sola República. El problema, al parecer, es que el estanco nunca habría pagado a la Agencia de Aduanas y Monopolios por las entradas jugadas. No sólo eso, nunca habría pagado, después de cada victoria, el porcentaje del dinero adeudado al Estado. Habría otros estancos en Turín que habrían intentado "estafar" al sistema. Al menos dos.

La fiscalía de Turín investiga la hipótesis de una gran estafa. Hace tres días, por encargo de la fiscal Fabiola D'Errico, la Policía Financiera registró algunos estancos en Turín. Hasta el momento, los policías han entregado dos avisos de garantía a los estancos. No sólo se registraron comercios, sino también domicilios particulares. Buscando pruebas. En un caso, los Vascos Verdes encontraron un montón de billetes de más de 30 mil euros. Ahora la tarea de los investigadores es determinar si ese dinero es producto de algún delito o si ese tesoro es el producto normal que el comerciante trajo a casa.

La investigación, que se encuentra en pleno desarrollo, nació de la denuncia de la Agencia de Aduanas y Monopolios. Había algo que no cuadraba en las cuentas de la dirección del juego. Había demasiada escasez en Turín, en particular en algunos estancos. Demasiadas multas sin pagar. Y luego esas ganancias, con paquetes de dinero no enviados. Entonces se envió una denuncia desde Roma y la fiscalía de Turín comenzó a investigar, descubriendo que, al menos en un caso, había una familia entera que, desde hacía meses, jugaba locamente, ganando demasiadas veces.

Al principio los investigadores pensaron que se trataba de una genialidad, que alguien había descubierto el truco para triunfar en taquilla. También se pensó en un método matemático, una combinación de cálculos. Un golpe de verdadera genialidad. Luego, al investigar y observar a los sospechosos, surgió la realidad más simple. Al menos en el caso de uno de los estancos investigados. Ganó porque jugó compulsivamente. En lugar de venderlos a los clientes, cortó docenas de recibos. En realidad, cientos. "Jugó" todo el día. Sin embargo, no afirmó hacerlo pensando que nadie se enteraría. Quizás en medio del deseo de ganar. Sin embargo, el estanco, cuando imprime las tarjetas del lotto, y luego los maneja, tiene el rol de funcionario público. Se trata de un detalle que podría pesar sobre la investigación, que continúa en busca de otros ganadores demasiado afortunados.

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