Tres años después de la entrada en vigor de la nueva regulación del juego, la ANJ presenta su plan estratégico para 2024-2026. La reducción del juego excesivo y el daño social resultante, así como la protección de los menores, están en el centro de la acción. Para lograr este ambicioso objetivo, que ya no es un problema individual sino social, la ANJ invita a todos los actores económicos e institucionales interesados ​​a movilizarse junto a él.

La primera ronda de regulación bajo los auspicios de la Autoridad Nacional del Juego concluyó en 2023 con la observación de un mercado del juego en rápida expansión, con una facturación de más de 13 mil millones de euros, es decir, un crecimiento de más del 50% desde la apertura del mercado en 2011. Con el tiempo, el juego se ha convertido en un producto de consumo para todas las edades y procedencias: más de uno de cada dos franceses juega actualmente, lo que representa una cifraa un coste de más de 55 mil millones de euros cada año. El juego está en el corazón de nuestras sociedades y este fenómeno es visible en todos los países europeos.

Sin embargo, el juego no es un producto como cualquier otro y son los riesgos inherentes a esta actividad los que han justificado la implementación por parte del Estado de una política regulatoria restrictiva que se traduce en un objetivo legal de limitar y regular la oferta y el consumo de juego. En 2019, las autoridades públicas quisieron fortalecer la protección de los jugadores y la ANJ se creó con este objetivo en mente.

Aunque los operadores de juegos de azar han logrado avances sustanciales en este ámbito durante los últimos tres años, el juego problemático todavía ocupa un lugar demasiado importante en el mercado del juego. En 2019, el Observatoire des Jeux estimó que 1,4 millones de jugadores estaban en riesgo, de los cuales casi 400.000 se encontraban en estado patológico. En total, el juego problemático genera más del 38% de la facturación de la industria y el 21% sólo para los jugadores excesivos. Estas cifras, que próximamente serán actualizadas, ilustran la realidad de un problema social, especialmente entre los jóvenes, con daños colaterales en el entorno más cercano al jugador: sobreendeudamiento, problemas familiares, dificultades académicas, etc.

Es en este contexto que la ANJ llevó a cabo sus reflexiones con todos los actores para definir las nuevas directrices regulatorias para el período 2024-2026. Colocan al regulador en el centro de su acción protección de menores y Reducción del juego excesivo y del daño social que causa.como un hilo conductor que inspira toda su acción. 

La nueva hoja de ruta de la ANJ se basa en tres pilares clave:

  • Il El primero de estos pilares.i, que refleja los desafíos de la regulación de la salud pública, tiene como objetivo una reducción drástica de la proporción y el número de jugadores excesivos en el mercado del juego. Esta orientación central de la ANJ requerirá importantes esfuerzos por parte de los operadores. Este objetivo no puede alcanzarse sin una política regulatoria coherente y equilibrada, que busque consolidar el modelo francés del mercado del juego.
  • Al mismo tiempo, esto significa que la ANJ debe continuar su acción para preservar la transparencia y la integridad del sector, principalmente la lucha contra el juego ilegal (segundo pilar) y fortalecer la dimensión económica de la regulación para comprender mejor los equilibrios del mercado y proporcionar soluciones a los cambios que enfrenta hoy (tercer pilar).

Finalmente, el plan estratégico se basa sobre tres pilares que constituyen las condiciones para el éxito de su ambición: hacer del conocimiento científico del mercado y de las prácticas de juego la brújula de la regulación; incorporar, a nivel nacional y europeo, una regulación basada en el diálogo y la cooperación para guiar el reposicionamiento del mercado; y, finalmente, posicionar a la ANJ como un laboratorio de acción pública valiente, eficaz y ejemplar.

El período que se abre es crítico para el mercado francés del juego: puede desestabilizar el modelo francés y también fortalecerlo. Este plan estratégico debería permitir reforzar el modelo francés de regulación como compromiso aceptable entre apertura y protección.

Por Isabelle FALQUE-PIERROTIN, Presidenta de la ANJ: “Después de tres años de actividad de la ANJ, ahora creemos que la regulación del juego debe dar un giro que implique que el mercado avance gradualmente hacia un modelo menos intensivo. Este objetivo proactivo de reducir el número de jugadores excesivos y fortalecer la protección infantil será monitoreado durante 3 años, adaptado en base a indicadores de seguimiento y estudios de prevalencia. Este objetivo sólo podrá lograrse si todos los actores unen fuerzas junto con el regulador para cambiar las líneas: operadores de juego, autoridades públicas, instituciones, asociaciones, etc.”.

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