Franzoso (As.tro): 'Ética empresarial y Responsabilidad Social Corporativa'

(Jamma) Ya en enero de 2006 – escribe el abogado Michele Franzoso, (Centro de Estudios AS.TRO – Oficina de Investigación de la Federación Italiana de Sistemas de Juego) -, en una entrevista concedida a impresaprogetto.it, un famoso industrial (Edoardo Garrone) afirmó: “Si, como en el caso del Grupo Erg, se desarrolla una actividad industrial con un impacto significativo en el territorio, ya sea que se produzcan y vendan productos de uso diario, la "manera" de producir tiene profundas repercusiones no tanto y no sólo en el marketing, sino en la percepción que se tiene, a nivel social, de la empresa. La sostenibilidad a largo plazo de su modelo de negocio, de hecho, se basa cada vez más en ser percibida de manera positiva por el territorio y por la sociedad, y esto solo se puede lograr si la empresa presta atención a factores como el impacto ambiental, la relaciones con partes interesadas externas y con la sociedad civil, etc. Para ello, no basta con respetar las leyes y reglamentos, ya que estos muy a menudo van a la zaga de las demandas y necesidades de la sociedad: debemos ir más allá de lo que nos imponen, identificando las áreas de gestión en las que podemos avanzar en dirección a la una verdadera y mayor responsabilidad social. En este sentido, la mera elaboración de un informe social no es suficiente; La Responsabilidad Social Empresarial se expresa en el replanteamiento de procesos, en el rediseño de la organización, en la formulación de nuevas estrategias.

En una reflexión de carácter "general" que hoy encuentra aplicación unánime (al menos teórica) en todas las empresas organizadas y estructuradas, se resume la "debilidad" de nuestro tejido industrial, ciertamente aquejado de "enanismo" pero sobre todo culpable de una cierta "vejez del pensamiento": donde uno se encarama sólo en el paradigma tradicional del capitalismo de los años 60 (reivindicar cuánto trabajo se garantiza, cuánto se paga en impuestos) la percepción de la empresa se vuelve automáticamente "negativa", y en la actualidad tal imagen pone en peligro el desarrollo como una crisis económica (y mucho menos, entonces, si la crisis se suma).

El juego lícito, es decir, la industria "más joven" del país, se ve entonces obligada a emprender un camino obligado de "reurbanización" de sí misma, que sepa poner en el centro de sí misma "la no vejez" y la necesaria adopción de una forma diferente de concebir el resultado económico.

Si es cierto que no pasa un día sin que se presente un proyecto de ley para aumentar el PREU para financiar "necesidades públicas", también es cierto que el sector carece de una responsabilidad social "de sistema", es decir, de un contexto en el que situar la contribución social que todas las empresas legítimas de juego en línea podrían hacer, al oponerse (por ejemplo) a la "mala reputación" de las tragamonedas con la visión de una industria joven que "antes de que la ley lo imponga" se hace cargo de la protección de los territorios en los que opera. opera.

Esta es la "brecha" que separa a nuestro sector del camino que ya debe haber tomado, y que en ciertos contextos se mantiene: cuando se piensa que hoy las máquinas tragamonedas pagan las fallas sociales de las VLT, y que antes pagaban las fallas sociales (y judicial) del video poker pensamos en términos "antiindustriales", tal vez fundados en el fondo, pero a mil millas de una solución que "revierta la tendencia".

El actual contexto de crisis económica exaspera los ánimos y hace muy difícil pensar en términos de "sistema", pero si tienes la paciencia de leer los consejos que recibimos del exterior en periódicos extranjeros, te das cuenta de que no tienes otra opción: el la industria (incluso la lícita) debe reapropiarse de su "nueva" función social (nuestra Constitución ya lo había previsto con visión de futuro, entendiendo cómo el capitalismo como fin en sí mismo sólo podía resolverse en una desconexión entre "pueblo" y "riqueza"). La nueva función de la industria es ser "compañera" de los territorios en que se asienta y de sus poblaciones, su primera fuente de ayuda y su primer defensor de intereses.

Dada la importancia que asume en Italia la "iniciativa política", también con el fin de orientar las opciones industriales (todas ellas), la sugerencia dirigida al Gobierno ya todos los titulares de responsabilidades políticas es hacer suyo este modelo de desarrollo.

Lo que se espera es la creación de un contexto en el que la empresa ética y social pueda desarrollarse y conquistar su merecido espacio, en legítimo perjuicio de las empresas "viejas", ahora incapaces (todas y en todos los sectores) de lograr el ansiado resultados económicos y "a fortiori" incapaces de "servir" al territorio, pero siempre dispuestos a pedir protección para su "vieja" posición de mero empleador.

El beneficio que de ello obtendría la industria legítima del juego sería enorme, pues se situaría en un contexto de restar importancia a la "individualidad empresarial" en favor de la exaltación de las capacidades del sector.

Artículo anteriorMessina (IdV): "El Gobierno promueve así las salas de juego y las máquinas tragamonedas, sin preocuparse por la enfermedad social"
Artículo siguientePatriarca (Pd): "Iniciar una reflexión sobre el juego y patologías relacionadas en el Parlamento"