(Jamma) La temporada de calor nos ha dejado una cantidad de asuntos y problemas realmente impresionante, y las últimas noticias que estamos recibiendo del Gobierno ciertamente añaden un "quid pluris" de dificultades a las que en cualquier caso sería erróneo atribuir ese papel "deflagratorio" que algunos contextos quisieran atribuirle con demasiada precipitación.
Como se puede leer en la nota de la Asociación As.tro, se sobreentiende que
- si la "ranura" se pudiera instalar de manera segura en todos los lugares permitidos por la ley estatal,
- si los bancos trataran a los operadores legítimos de juego como empresarios con función de recaudadores públicos de recursos fiscales (y no como criminales autorizados),
- si la situación de orden público interno permitiera una ejemplar prevención y represión de los ataques a las franjas horarias, y a las sociedades gestoras,
- si la reforma de las normas de construcción de nuevos equipos abarcara la "seguridad que puede perseguirse en la práctica" y no sólo en abstracto,
- si el mercado se "estabilizara" en niveles de competitividad que no incluyeran también la gestión de franjas horarias totalmente delegada a la comodidad del punto de venta,
- si la práctica contable del sector hubiera sido objeto de normalización institucional desde la primera puesta en marcha,
- si la ley habilitadora tributaria ya contemplaba una reordenación de la legislación sectorial, presagio de eficiencia del sistema y longevidad de las normas,
incluso las aprensiones generadas por las últimas noticias ocuparían un espacio "emocional" limitado.
Desafortunadamente, todas las cuestiones mencionadas anteriormente constituyen frentes abiertos y el receso de verano no ha mitigado su complejidad, al menos para una entidad como AS.TRO que, si bien no se propone como un "solucionador mágico" de problemas, tiene el peso de tratar con ellos representan a diario, y en todos los foros, las demandas de empresas virtuosas, de las que la legítima industria del juego puede estar orgullosa.
De hecho, el mayor recurso con el que cuenta la Asociación, además de su base, es el grupo de activistas de la Junta, las Comisiones, la Sección de Constructores, que desde hace años vienen aportando ideas e innovaciones, renovando la acción asociativa con la mismo tiempo que la evolución del sistema, muchas veces anticipando elementos fundamentales de su curso.
Es difícil pensar en "resolverlo todo", pero estamos seguros de que, a diferencia de aquellos (que son muchos) que piensan que tienen que capitular, en AS.TRO la idea dominante sigue siendo la de "abordar" los desafíos.
Tal vez no se ganen una o más batallas, pero cuando se trabaja con la certeza de poder contar con el aporte de muchos emprendedores, dispuestos a echar una mano aún después de tantas horas de trabajo en la empresa y tantas ir, el deseo de no ceder se convierte en un sentimiento cotidiano normal.
