(Jamma) Del dossier "La ludopatía en tiempos de crisis" presentado durante la Asamblea Electiva de la Fipac 2013 celebrada esta mañana en Roma, se desprende que uno de cada cuatro pensionistas es jugador, un total de 1,7 millones. El presidente Massimo Vivoli precisa: "Según nuestras estimaciones, 1,2 millones de mayores de 65 años son jugadores problemáticos, 500 mil son patológicos". Una adicción que vale unos 5,5 millones de euros al año. Según el informe, un pensionista gasta de media 266 euros al mes en busca de fortuna, 400 euros si tenemos en cuenta a los afectados de ludopatía.
"Hay conciencia por parte de Fipac Confesercenti - declaró Vivoli durante su informe - de cuál es la condición de los ancianos hoy en nuestro país, de la profunda crisis que afecta a todos los bienestar, pensionistas, el destino del sistema social en Italia. La crisis económica que estamos viviendo no solo ha provocado una pérdida de poder adquisitivo y de consumo, sino que ha agravado la profunda sensación de soledad social y el aumento de la desesperación, sentimientos que se traducen en la imposibilidad de vivir con normalidad la vida cotidiana.
Es pues la búsqueda del bienestar, también a través de la suerte, la necesidad de superar el estado de pobreza, lo que ha hecho crecer el fenómeno de “intentar ganar la partida”. No es casualidad que, con motivo de nuestra asamblea electiva de 2013, quisiéramos presentar un dossier: “El juego no tiene edad”, que informa sobre la gravedad y el crecimiento exponencial de este fenómeno.
Hasta la fecha, la adicción al juego es todavía poco conocida en comparación con otras formas de adicción como el alcohol o las drogas. Sin embargo, sus efectos son igual de devastadores, tanto en la psique como en el contexto económico y social de la víctima. Italia domina con el 22% del mercado mundial del juego, pero el Estado recauda solo el 10%, en el mejor de los casos. En conjunto, los mayores se juegan 5,5 millones de euros, unos 3200 euros al año y 266 euros al mes. Esta cifra media oscila entre los 100 euros que gastan los jugadores mayores no patológicos y los 400 euros que gastan los que ahora están enfermos”.
Ante estos números, Fipac Confesercenti tiene la intención de ayudar a los ancianos y jubilados también a través de una red de apoyo. En la sede principal de la organización se habilitarán varias sucursales, donde un equipo de expertos itinerantes podrá atender las solicitudes de ayuda que lleguen. El fin último es devolver a la palabra "juego" su mejor sinónimo, la diversión, un sistema que se aleja de ser perverso y patológico.
