(Jamma) «Incentivo para lugares públicos que no favorezcan el uso de máquinas tragamonedas». Lo propone el concejal Francesco Tarricone, que en su momento ya se había ocupado del problema. «Cada vez es más frecuente toparse con lugares públicos que ofrecen la posibilidad de jugar a las máquinas tragamonedas, o más bien máquinas tragamonedas. Se ha comprobado a partir de estadísticas recientes que al menos el 30% de la población está interesada en este tipo de juegos y que existe un alto riesgo de que, en un 10% de los casos, el sujeto que juega asiduamente se vea afectado por el síndrome del juego patológico mientras un buen 18 % se cree afectado por el síndrome del juego problemático, con repercusiones patológicas no sólo para el jugador sino para todo el núcleo familiar que ve disuelta su solidez familiar y económica. La administración tiene potestad fiscal en la materia.' De ahí el pedido al alcalde de “incentivar a todos los establecimientos comerciales que estuvieran dispuestos a eliminar las máquinas tragamonedas de sus locales mediante la reducción de no menos del 30% del impuesto a los residuos y la reducción del pago del Cosap en su totalidad”.
