Con la frente en alto, Valter, un ex arrendador de tragamonedas, descarga su frustración por la discriminación que sufrió. “Yo era arrendatario, me fui porque un día yendo al banco me dijeron que no podía tener hipotecas porque tenía un trabajo que no era…

Para leer este artículo

Inicie sesión o regístrese

Artículo anteriorCON LA CABEZA EN ALTO. “Ayudémonos unos a otros, danos las armas para combatir la adicción al juego”. Angelo, dueño de una casa de apuestas, escribe a la política
Artículo siguienteUnibet se une al Observatorio Italiano de Esports