En el marco de la "Operación Ícaro", se llevaron a cabo 19 registros domiciliarios. Más de diez millones de euros en impuestos evadidos

La Oficina Federal de Policía Criminal y la Oficina Antifraude del Ministerio de Finanzas de Austria investigan desde hace meses a un grupo de delincuentes relacionados con el juego ilegal. Estos incluyen fraude fiscal por valor de millones de dos dígitos, fraude laboral organizado no declarado y fraude de beneficios sociales. El miércoles pasado se llevaron a cabo 19 registros domiciliarios en el este de Austria y en el extranjero en el marco de la investigación en curso en Grecia bajo el nombre en clave “Operación Ikarus”.

Se realizaron registros domiciliarios en 16 localidades de Alta y Baja Austria

En nombre de la Fiscalía Económica y Anticorrupción intervinieron 165 servicios de emergencia de la Oficina Federal de Policía Criminal (BK), la Policía Financiera y de Investigaciones Fiscales, la Oficina de Impuestos para Tareas Especiales, la Oficina de Aduanas, de EKO Cobra, la Oficina Penal del Estado de Viena. La comisaría de policía y las Fuerzas de Reacción Rápidas de Alta Austria (SRK) fueron desplegadas, informó el sábado el Ministerio del Interior. Realizaron registros domiciliarios en 16 localidades de Alta y Baja Austria. Al mismo tiempo, la policía financiera griega llevó a cabo tres registros domiciliarios en Atenas y sus alrededores.

"Se registraron, entre otras cosas, salas de juego, sedes de empresas y domicilios particulares, se confiscaron varios cientos de salas de juego, ordenadores, documentos, grandes cantidades de dinero en efectivo, incluido el contenido de cajas fuertes de bancos, y se congelaron las cuentas", informaron los investigadores. Los autores explotaban decenas de bares con máquinas de juego ilegales en Alta Austria a través de una red de empresas fachada y residencias falsas. Los dispositivos fueron “controlados y monitoreados electrónicamente desde Grecia”.

Un almacén en el distrito de Linz-Land sirvió como taller de servicio y reparación

Se dice que el grupo evadió más de diez millones de euros sólo en impuestos sobre el juego y sobre las ventas. También existe la sospecha de que, debido al trabajo organizado no declarado, se han retenido cotizaciones sociales por valor de varios cientos de miles de euros y no se han pagado los correspondientes impuestos sobre la renta. "Varias personas también recibieron prestaciones por desempleo mientras trabajaban en casas de juego ilegales", dijeron los investigadores.

Se dice que un almacén en el distrito de Linz-Land servía como taller de servicio y reparación desde donde se abastecía de maquinaria a los bares ilegales. Durante los registros domiciliarios, los acusados ​​fueron identificados e interrogados.

El director del BK, Andreas Holzer, calificó la “Operación Ikarus” como un “gran éxito”

El ministro del Interior, Gerhard Karner (ÖVP), elogió la colaboración entre ambos ministerios y a nivel internacional en la "lucha contra la inmigración ilegal". El ministro de Finanzas, Magnus Brunner, subrayó: “El juego ilegal no protege a los jugadores y puede destruir medios de vida. Cada máquina ilegal retirada de circulación es un elemento importante en la lucha contra el juego ilegal, que continuaremos sin cesar”. El director del BK, Andreas Holzer, calificó la "Operación Ikarus" como un "gran éxito".

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